lunes, 27 de enero de 2025

Catatumbo, FARC, ELN y los Intereses Ocultos del Narcotráfico

Tiempo de lectura: 5 min



La situación en el Catatumbo colombiano, una región fronteriza con Venezuela, sigue siendo un punto neurálgico en la guerra contra el narcotráfico. Sin embargo, a medida que las piezas se mueven sobre este tablero geopolítico, surge una interrogante: ¿están los presidentes de Colombia y Venezuela realmente atacando a los grupos armados ilegales, o es este un juego de apariencias para proteger intereses mucho más profundos y, sobre todo, lucrativos?

Por: 
ChatGTP
Corrección: 
Javier A Miranda

Las FARC y el control del narcotráfico en el Catatumbo: ¿Enemigos o aliados?

A pesar de la desmovilización, las FARC siguen teniendo un control significativo sobre las rutas del narcotráfico en el Catatumbo. Esta zona sigue siendo clave para el tráfico de drogas hacia Venezuela y, en última instancia, hacia Haití, un punto de tránsito crítico. Sin embargo, hay algo que no encaja. ¿Por qué el gobierno venezolano, que históricamente ha mantenido una relación de complicidad con las FARC, parece ahora atacarlas de manera selectiva? ¿Será que el verdadero objetivo no es eliminar el narcotráfico, sino controlar quién tiene el poder sobre estas rutas, mientras protege al ELN, su aliado en el negocio?

El ELN: ¿Un chivo expiatorio para salvar a las FARC?

Por otro lado, el ELN ha jugado un papel clave en el narcotráfico, pero en vez de ser atacados directamente como las FARC, parecen gozar de cierto "respaldo" indirecto. El gobierno colombiano ha intensificado sus esfuerzos contra el ELN, pero la pregunta es: ¿realmente está luchando contra ellos, o simplemente está deshaciendo a un rival para que las FARC continúen controlando las rutas de narcotráfico sin competencia? Este movimiento parece tener un claro objetivo de permitir que las FARC sigan dominando las rutas hacia Venezuela y Haití, mientras que el ELN es manejado como una pieza de cambio dentro del escenario geopolítico.

Venezuela y la relación ambigua con las FARC y el ELN

Venezuela, por su parte, ha sido acusada de colaborar con las FARC en el pasado, pero ahora parece estar atacándolas. ¿Es acaso este un cambio genuino en su política, o simplemente un movimiento para proteger al ELN, su socio estratégico en el narcotráfico? A medida que el conflicto se intensifica, es curioso cómo Venezuela parece actuar en defensa de los intereses del ELN, mientras que las FARC se ven expuestas a ataques selectivos. Si bien el gobierno de Maduro puede estar buscando una fachada de "limpieza" en su lucha contra el narcotráfico, no se puede descartar que este "ataque" a las FARC también sea una forma de manejar el juego de poder entre estos grupos, priorizando las rutas que más le benefician.

Las rutas del narcotráfico: Catatumbo, Venezuela, Haití

El flujo de drogas desde Colombia, pasando por Venezuela, y terminando en Haití es clave para entender este rompecabezas. Haití, que ha sido históricamente un aliado de Venezuela en varios aspectos, actúa como un puente crucial en el narcotráfico. Este país no solo facilita la salida de cargamentos, sino que también está profundamente involucrado en las dinámicas regionales. Entonces, ¿por qué los presidentes de Colombia y Venezuela parecen estar atacando o protegiendo a ciertos grupos, mientras permiten que las rutas de narcotráfico se mantengan activas? La respuesta podría ser más simple de lo que parece: mientras se enfrentan en apariencia, cada uno está protegiendo sus propios intereses en el negocio del narcotráfico, que finalmente sale hacia Haití.

El viaje de Petro a Haití: ¿Una visita de cooperación o una maniobra política?

Recientemente, el presidente colombiano, Gustavo Petro, viajó a Haití, un destino que no parece casual. Aunque el gobierno afirma que se trató de una visita para discutir cooperación, la verdad es que Haití juega un papel fundamental en las rutas del narcotráfico. La presencia de Petro en Haití podría ser mucho más que una mera visita diplomática. Quizás este viaje tiene que ver con establecer acuerdos sobre el control de las rutas que conectan Colombia, Venezuela y Haití. A través de estas alianzas, tanto el gobierno colombiano como el venezolano pueden asegurar que sus intereses en el narcotráfico sigan siendo protegidos, mientras las apariencias de lucha contra el narcotráfico se mantienen.

El verdadero juego detrás de los ataques

La lucha contra las guerrillas y los grupos armados ilegales en el Catatumbo y otras regiones colombianas parece estar profundamente entrelazada con intereses mucho más complejos. Los ataques a las FARC, por parte de Venezuela, y al ELN, por parte de Colombia, no son simples enfrentamientos entre grupos insurgentes y gobiernos, sino maniobras estratégicas en una guerra geopolítica por el control de las rutas del narcotráfico. Mientras el ELN recibe cierto respaldo indirecto por parte de Venezuela, las FARC parecen ser sacrificadas para asegurar que el control de las rutas hacia Haití siga en manos de aquellos que pueden manejarlas a su favor.

En última instancia, el narcotráfico sigue siendo la clave de este conflicto. Los presidentes de Colombia y Venezuela no parecen estar luchando por la erradicación de la droga, sino por mantener el dominio sobre las rutas de distribución que, por una razón u otra, siguen siendo la base de sus economías y poderosos intereses. Y en medio de todo esto, Haití sigue siendo el punto de convergencia, donde las alianzas se solidifican y las decisiones se toman lejos de los ojos del mundo.